“El deconstructivismo, también llamado deconstrucción, se caracteriza por la fragmentación, que se emplean para distorsionar y dislocar algunos de los principios elementales de la arquitectura como la estructura y la envolvente del edificio. La apariencia visual final de los edificios de la escuela deconstructivista se caracteriza por una estimulante imprecisión y un caos controlado. Tiene su base en el movimiento teórico-literario también llamado deconstrucción.”
El intento del deconstructivismo es liberar a la arquitectura de las reglas modernistas, que sus seguidores juzgan constrictivas, como «la forma sigue a la función», «la pureza de la forma» y la «verdad de los materiales»
Al principio, y dentro de la arquitectura, se trató al deconstructivismo como ideología como una consecuencia de la obra de los viejos CONSTRUCTIVISTAS rusos que, utilizando formas puras, daban forma a lo no puro, elaborando geometrías en conflicto para cuestionar de algún modo la ortodoxia tradicional.
Sin embargo el crítico Jorge Glusberg dice "no es por la fractura o simple fragmentación del objeto que se llega al deconstructivismo, ya que eso no sería cuestionar la estructura sino, por el contrario, dañarla y el daño, a mi entender, no tendría otra lectura que el efecto decorativo”. Sino que “Se trata de revelar la tensión geométrica interior de la construcción en sí, algo que siempre estuvo latente, hasta ser descubierto por los arquitectos; no se trata de demoler o desmantelar una obra, por el contrario, se trata de una arquitectura de desviación y reorganización".
El constructivismo ruso es caracterizado ya que: los pintores “proyectaban” y los arquitectos “dibujaban”. Y en este tiempo de la pintura se llegó a la arquitectura. El constructivismo arquitectónico ruso tiene el equivalente al Bauhaus alemán, y fue parte importante del vanguardismo de los años veinte. Las construcciones aprovecharon los nuevos materiales y las nuevas “estructuras” con el uso del hierro, el cemento, y el nuevo estilo espectacular del concreto “armado”. Durante este tiempo, el ser arquitecto era una de las cosas más prestigiosas de entonces, era algo muy importante, se respetaba mucho el aporte “libre” de los arquitectos.
Durante esta época los principales representantes fueron los hermanos Anton Pevsner y Naum Gabo además de Vladimir Tatlin fue un excelente pintor ruso, el más ilustre representante del constructivismo pictórico.
La plástica de Gabo parte de un rechazo radical hacia todo elemento anecdótico y toda limitación sensible, para favorecer formas reales, que tematizarían los procesos que absorben la materia: el movimiento, la vibración, las revoluciones de la energía.
El Lissitzky el primer rascacielos horizontal: diseñada para dejar espacio libre y aprovechable para la escala humana a ras de tierra sin tener que recurrir a los mastodontes metrocentenarios: evidentemente de rascacielos no tenía nada y se contraponía a ellos, planteando una alternativa espacial para subsanar la carencia provocada por el crecimiento urbano: constructivismo, modernidad.
Otros ejemplos dentro de la expresión Constructivista estuvo dado por escultores y pintores y aquí algunos de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario